Situada en la Plaza de la Paz, se alza la imponente Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, que junto con el Palacio de los Solazar y el Ayuntamiento, forman un conjunto de incalculable valor arquitectónico.
La Iglesia ocupa todo un lado de la plaza, elevada sobre ella, por lo que se accede a su puerta a través de rampas y escaleras. Este templo de estilo renacentista y barroco y cuya construcción se prolongó durante los siglos XVI, XVII y XVIII, reconocido como Monumento Nacional. Otra joya del arte religioso de Labastida.
Es un edificio renacentista del siglo XVI de una nave de cinco tramos. La entrada al templo es de gran monumentalidad. Se encuentra en el muro meridional y el conjunto está formado por un gran arco de medio punto que cobija la fachada monumental donde se abren las puertas. Se trata de dos vanos adintelados gemelos flanqueados por columnas jónicas y luego, sobre esta parte, se yergue un monumental doble piso superpuesto con columnas corintias, ventanas adinteladas, frontones curvos y una hornacina con la estatua de la Virgen. En el siglo XVIII se construye la sacristía barroca octogonal.
Cuenta esta iglesia con un alto y bien decorado campanario, también barroco. En el interior, tenemos que fijarnos en el gran retablo barroco, el órgano, el coro y la talla de la Virgen de Nuestra Señora de Toloño.
El conjunto, edificado en piedra arenisca bien cortada en sillares, cuenta con varios volúmenes diferenciados. La torre, maciza, es de planta poligonal y se dispone en cuatro volúmenes escalonados y rematada en cúpula, superando en total los 54 metros.
El ochavo, una verdadera maravilla donde se aloja la nueva sacristía, es de planta octogonal y se encuentra rematado por una impresionante crestería. La monumental portada de la iglesia es un magnífico exponente del clasicismo imperante en el siglo XVII y se asemeja a un retablo labrado en piedra.
En su interior, la iglesia guarda magníficos retablos barrocos, destacando su Retablo mayor, dedicado a la Asunción, de estilo gótico churrigueresco de finales de siglo XVII. Además de las ricas tallas y pinturas que adornan todo el templo, es reseñable la sillería barroca del coro, labrada en madera de nogal de alta calidad, y un espléndido órgano del siglo XVIL que es considerado como uno de los más valioso del País Vasco.
Actualmente, acoge también el Museo Parroquial con diferentes objetos para el culto e imágenes.