Antes del siglo XI existía un poblado muy rudimentario que más tarde daría lugar a la villa de Labastida en el siglo XIII y, que incluso con anterioridad al siglo X, pudo ser lugar de aislamiento de anacoretas o ermitaños (nichos en las paredes llamados columbarios).
La parte de muralla que se observa desde este punto se corresponde con el Paseo de Ronda. Una vez descubiertas y tras su limpieza se hizo constar que se trataba de un lienzo de la muralla medieval de Labastida y cuevas artificiales de habitación, posibles eremitorios, excavadas bajo ella.
En estos lienzos de muralla medieval descubierta podemos admirar como toda la estructura defensiva se eleva sobre la gran lastra de arenisca, convirtiéndose en una gran barbacana flanqueada por dos torreones, confirmando así la existencia del recinto amurallado que rodeaba la villa medieval de Labastida.
Aunque con algún deterioro podemos ver el primer torreón con sus escaleras de acceso a un torreón anterior, a continuación las cuevas artificiales, un gran contrafuerte esculpido en la roca y el otro torreón con escaleras de acceso en sus laterales.
A continuación describimos algunos de los puntos más interesantes relacionado con estos restos de la muralla.